
Cómo se suele decir unos tienen la fama y otros cardan la lana… Estas maravillosas cuevas no tienen nada que envidiar a las famosas cuevas de Valporquero.
A casi 60 kilómetros de León y a menos de 30 Km. De Vegacervera, inmerso en un hermoso paraje montañoso en la zona del Alto Curueño, el pueblo de Llamazares alberga un paraíso de corales más propio de las profundidades del mar que de la montaña que los alberga: Es la Cueva de Llamazares.
La peculiaridad principal de esta cueva y que la hace una de las más originales del mundo es precisamente el cúmulo de pequeños elementos geológicos, singulares y únicos que difieren por completo de las típicas estalactitas y estalagmitas que conocemos.
Debemos remontarnos a unos 200 millones de años para conseguir entender el origen de esta maravilla. En aquella época, el espacio donde se encuentran hoy las cuevas, pertenecía a un espacio marino. Por aquel entonces, las algas allí existentes formaron en la superficie de la costa, una serie de estructuras coralinas.
Con el paso de los años, la orogénesis alpina elevó estos terrenos a los altos niveles que hoy ocupan.
En los últimos 40 millones de años, han sido las aguas las que se han encargado del resto; éstas han ido filtrándose y disolviendo la caliza, dando origen a otras nuevas estalactitas tanto en el techo como en las paredes laterales. Estas últimas se mezclan a veces por todas partes con las de origen orgánico que se formaron en un principio, dando como resultado un espectacular paisaje que convierte a la Cueva de LLamazares en un centro de interés geológico y turístico diferente al resto de las cuevas del país y única en toda Europa.
+ info en www.cuevadellamazares.com